Desalojados por los militares más de seiscientos campesinos que autogestionaban tres
fincas en cooperativas. Durante el desalojo se han cometido asesinatos, desapariciones e incendios de casas.
Así pues, continúan las violaciones de derechos humanos en Honduras, país donde se amontonan los muertos desde el golpe de Estado. En estos momentos la situación es cada vez más preocupante, ya que tras el pucherazo electoral los asesinatos y los abusos de poder están aumentando.